El Trauma complejo puede generar una desintegración en la personalidad.
Las experiencias extremas son aquellas vivencias que ponen en peligro tanto la integridad física como la psicológica.
Estas situaciones tienen un impacto profundo en la identidad, la percepción del mundo y las relaciones interpersonales, a menudo generando consecuencias significativas para la salud mental y física.
Los eventos traumáticos son muy variados: desde accidentes de tráfico, pérdida de seres queridos, hasta ser víctima de algún tipo de abuso psicológico, físico o sexual, o de conflicto armado u otras catástrofes.
El recuerdo de estas experiencias puede ser extremadamente doloroso, induciendo sentimientos de vulnerabilidad y una sensación de ser incomprendidos.
A menudo se percibe que sólo aquellos que han pasado por algo similar podrían entenderlo (Proyecto Vivo, 2006).
Es importante señalar que los eventos traumáticos no son universales: lo que puede resultar traumático para una persona, puede no serlo para otra.
Experimentar traumas es bastante frecuente: alrededor del 70% de las personas experimentan al menos un acontecimiento traumático a lo largo de su vida, y cerca del 30% experimentan cuatro o más acontecimientos traumáticos a lo largo de su vida.
No obstante, la mayor parte de las personas no llegan a desarrollar una psicopatología ante tales eventos.
Cuando una persona no sólo experimenta una situación traumática, sino que se enfrenta a ella de forma repetida y sistemática durante un periodo de tiempo, puede llegar a desarrollar lo que se conoce como trauma complejo o trastorno de estrés postraumático complejo (TEPT-C).
A diferencia del trastorno de estrés postraumático (TEPT) convencional, donde el trastorno se desarrolla a raíz de la vivencia de una sola experiencia traumática o extrema, en el TEPT complejo hay una exposición cronificada al trauma, es decir, la persona se encuentra en entornos traumáticos durante períodos prolongados, lo que provoca una exposición persistente al daño.
Puede ocurrir cuando una persona experimenta traumas en diferentes etapas de su vida, lo que puede llevar a la acumulación de daño y resultar en trauma complejo.
Es importante destacar que no todas las personas que han experimentado múltiples traumas desarrollan trauma complejo.
En el trauma complejo, a diferencia del TEPT convencional, las personas enfrentan dificultades para confiar en otros, experimentan complicaciones en sus relaciones interpersonales y pueden tener problemas de identidad.
Esta dificultad es especialmente relevante dado que, en muchos casos de personas con TEPT complejo, las múltiples experiencias traumáticas las causan personas cercanas, como cuidadores o parejas.
La capacidad de confiar en relaciones futuras se reduce y deja a las personas en un estado constante de alerta, agotando tanto el cuerpo como la mente y careciendo de herramientas para regular estas respuestas.
Además de experimentar ansiedad de forma persistente, las personas con TEPT complejo pueden presentar los siguientes síntomas (NHS, 2021):
- Recuerdos recurrentes y vívidos del trauma (flashbacks)
- Lagunas en la memoria
- Sentido distorsionado de uno mismo
- Dificultad para controlar las emociones
- Hipervigilancia
- Malestar estomacal, sin razón aparente
- Alteraciones en el sueño
- Dificultades en las relaciones interpersonales
- Evitación de ciertas situaciones o lugares
- Uso de sustancias
- Baja autoestima
- Somatización y condiciones de salud crónicas
- Pesadillas
- Despersonalización o desrealización
- Percepción negativa de uno mismo y pensamientos suicidas
- Dolores de cabeza, sin razón aparente
- Condiciones autoinmunes
Dado el alcance y la complejidad de los síntomas asociados con el trauma complejo, es crucial buscar ayuda profesional especializada.
La terapia cognitivo-conductual focalizada en el trauma y la terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR), entre otras modalidades terapéuticas, han demostrado ser efectivas en el tratamiento del trauma complejo.
Una terapia efectiva no sólo aborda los síntomas específicos del trauma, sino que también ayuda a reconstruir la confianza en uno mismo y en los demás, así como a desarrollar estrategias saludables de afrontamiento y regulación emocional.
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