Lacan: imaginario simbólico y real

Lacan y las tres instancias que definió . Imaginario simbólico y real

Hoy presentamos una breve introducción a las tres instancias definidas por Lacan: imaginario simbólico y real.

1.- Lo imaginario para Lacan es la construcción del Yo, a partir del estadio del espejo. Es la diferenciación del individuo frente a otro individuo, es la capacidad de prestigio del yo, la parte narcisista de cada uno, el yo busca la satisfacción de la pulsion.

Es el ejemplo del pájaro petirrojo, que se diferencia de otro petirrojo y para ello, marca su territorio (seminario 3).

2.- Lo simbólico: Los significantes escuchados por el niño, lo que le dicen desde que es pequeño, la manera en la que los adultos que le rodean se dirigen a él. El niño aprende quién es a partir de lo que los otros le dicen. “El inconsciente se estructura como un lenguaje”. Forma parte la cultura donde se inserta el sujeto.

3.- Lo real: lo que no se puede nombrar. Lo real representaría precisamente lo excluido de nuestra realidad, al margen de lo que carece de sentido y no logramos situar o explicar.

Lo que comúnmente llamamos «realidad» es como una amalgama entre lo simbólico y lo imaginario: es imaginario en la medida en que estamos situados en el registro especular y el Yo nos brinda racionalizaciones de nuestros actos, y es simbólico  en la medida en que la mayoría de las cosas que nos rodean tienen un sentido subjetivo para nosotros.
Los objetos cotidianos son simbolizados por cuanto quieren decirnos algo, portan una significación propia de cada sujeto.

El objeto a, no es lo imaginario, pero «es un hecho que se imagina, se imagina con lo que se puede, a saber, con lo que se chupa, lo que se caga, lo que hace la mirada, lo que domina («dompte») la mirada en realidad, y la voz». Pero el hecho de que se imagine no le quita nada de su alcance de «topos». En suma, el objeto a presenta dos caras. Por un lado «se imagina con lo que se puede». Pero por el otro «es tan real como resulte posible, por el solo hecho de que se escribe.

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La fobia según Lacan

Hoy presentamos La fobia según Lacan, articulo relacionados con otros en torno a la Fobia, disponibles en el blog :

Caso Juanito (Freud).

fobia, panico y psicosis

Lacan parece caer en la  ambigüedad, donde vuelve a surgir el interrogante de si la fobia se pudiese considerar como un síntoma o como una estructura. 

Éste suele diferenciar sólo dos estructuras neuróticas: la histeria y la neurosis obsesiva, explicando la fobia como un síntoma y no como una estructura. 

No obstante, hay veces que en su obra enumera la fobia como una tercera forma de neurosis, colocándola al nivel de la histeria y la neurosis obsesiva, implicando así una estructura fóbica y a la cual define en uno de sus casos en el año 1961, como “la forma más radical de la neurosis”. 

Esta situación la resuelve en el seminario de Lacan de 1968-69, cuando dice:

No se puede ver en ella (en la fobia) una entidad clínica, sino una plataforma giratoria de empalme, algo que hay que elucidar en sus relaciones con aquello hacia lo cual usualmente tiende, a saber: los dos grandes órdenes de la neurosis, la histeria y la obsesionalidad, y también el empalme que realiza con la perversión.

(Lacan, 1968-9, citado por Evans (1996) en Chamama 1993, 210).

De esta forma, Lacan explica que la fobia no es una estructura clínica que esté al mismo nivel de la histeria ni de la neurosis obsesiva, sino más bien una vía de acceso que lleva a una u otra, y que también posee ciertos vínculos con la estructura perversa.

La conexión con la perversión puede observarse en las similitudes entre el fetiche y el objeto fóbico, los cuales son por igual sustitutos simbólicos de un elemento que falta, y que se encargan de estructurar el mundo exterior.

Igualmente, ambos surgen por una dificultad en el pasaje desde el triángulo preedípico imaginario hasta el cuaternario simbólico edípico (Evans, 1996).

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POSICIONES SUBJETIVAS: ESTRUCTURAS CLÍNICAS

Hoy presentamos POSICIONES SUBJETIVAS: ESTRUCTURAS CLÍNICAS, una publicación en torno a la posición que puede ocupar el sujeto.

Esta fórmula se refiere a que hay grandes conjuntos de síntomas que definen «estructuras clínicas«, entre las cuales existen diferencias que no se pueden reducir a una gradación.

Por otra parte, esto implica que un sujeto a quien el diagnóstico sitúe en una de estas grandes categorías no puede cambiar de una a otra.

Si esto llegara a producirse, habría que interpretarlo como la consecuencia de un error de diagnóstico.

Simplemente justificarlo porque en su día no se contaba con elementos suficientes para establecer tal diagnóstico de forma más segura. 

Por supuesto, una persona habrá pasado por momentos distintos, en los cuales sus síntomas habrán adoptado formas diversas.

Debe haber algo que se haya mantenido constante a lo largo de todos esos años.

Algo invariante que es lo que tratamos de describir recurriendo a la noción de estructura, oponiéndolo a lo pasajero y engañoso de los fenómenos.  

De inspiración freudiana (ya que Freud siempre intentó definir diferencias cualitativas entre distintos tipos de trastornos y encontrar los mecanismos causales específicos de cada grupo de síntomas).

Acuñada por Lacan, la expresión «clínica estructural» significa que grandes conjuntos de síntomas definen estructuras clínicas diferenciadas e invariables.

 

LAS TRES ESTRUCTURAS CLÍNICAS FUNDAMENTALES

La clínica estructural parte de tres grandes ámbitos de trastornos, fenómenos o síntomas que se definen como estructuras clínicas y que corresponden a:

las neurosis,

las psicosis y

las perversiones, dominios que contienen, a su vez, una variedad de diferenciaciones internas.

La diferencia entre estos tres grandes dominios de la clínica es, tanto para Freud como para Lacan, inseparable de la cuestión de la causa de los fenómenos psíquicos.

Desde Freud en la base de estas tres estructuras subyacen tres mecanismos fundamentales:

•Represión (Verdrangung) à NEUROSIS

•Forclusión (Verwerfung) à PSICOSIS

•Denegación (Verleugnung) à PERVERSION

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Significado de la interpretación

Hoy vamos a hablar sobre el Significado de la interpretación en terapia.

Tradicionalmente se define la interpretación como otorgar una significación a algo enigmático donde se descifra el pasado o, como lo hace cierta tradición analítica, se le dará significado a un síntoma. Pero, hay que tener en cuenta, que darle significado no significa disolverlo, más bien lo solidifica y se produce una identificación a este (Soler, 1992).

            Otro punto fundamental de la obra freudiana se encuentra a partir de la vivencia de la satisfacción anunciada en

 «Proyecto de una psicología para neurólogos», (Freud, 1895).

Aparece aquí el deseo como motor que tiende a reestablecer esta satisfacción originaria. Esto será un antecedente de lo planteado más tarde, en 1915, en Pulsiones y destinos de pulsión, tomando a la pulsión como una fuerza constante en busca de la meta que es la satisfacción.

Establecía con esto la trascendencia de las vivencias tempranas.

Además, en un tercer punto de interés, a lo largo de su obra resalta el valor destacado que da en sus ejemplos a los juegos con palabras que toma del lenguaje.

            Así se puede destacar de la obra freudiana la importancia que otorga al lenguaje en todos sus ejemplos; la importancia de las vivencias tempranas, de la sexualidad infantil, que luego desarrollará en el tema de las pulsiones parciales; y la idea sostenida que anuda la interpretación con la traducción de lo enigmático del sueño y por extensión de las manifestaciones del inconsciente (Ladaga, 2006).

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El deseo y la demanda en el obsesivo

Hoy vamos a hablar sobre el deseo y la demanda del obsesivo

Es importante aquí el concepto de La demanda primordial:

Lacan,  habla de la demanda primordial del sujeto al Otro. La demanda

primordial es lo más primitivo, se refiere casi a la Necesidad. En el texto de

«La Significación del Falo», en los Escritos de 1958, Lacan, nos  habla de los tres registros de la Necesidad, La demanda y el Deseo.

Lacan ubica esta Demanda primordial dentro de la temporalidad, cuando no hay todavía para el niño el concepto de qué es él, ni el concepto de la alteridad.

Solamente existe la demanda de la satisfacción de la necesidad. Lo que se conoce desde Freud como la experiencia mítica de la primera satisfacción. En este momento, el Otro es anterior todavía al lugar de la palabra. El niño llora por falta del objeto de la necesidad, por el hambre, se le satisface y deja de llorar.

Pero como existe el lenguaje, pronto el primer Otro, la madre o su

sustituto, traducirá el llanto no sólo en necesidad sino en signo de otra cosa, de una demanda a la que tratará de dar respuesta y de cuya respuesta que no podrá satisfacer del todo, siempre quedará un resto que será el deseo. Paralelamente, el Otro también va a pedir al sujeto, y quedará como lugar simbólico de un intercambio de demandas y de dones.

Continúa diciendo Lacan que estamos sometidos al Otro a causa de nuestra Demanda, la llamada Demanda primordial, vinculada a la necesidad a través de los objetos que proporcionan placer.

Así mismo, Lacan dice que este Otro es de “carne y hueso” es un otro materno, que satisface las necesidades. Es el llamado después el Otro materno como tesoro de los significantes, que por la palabra produce la castración originaria por el recorte de goce por el acceso al lenguaje y traduce las demandas. Es así que el sujeto es víctima estructuralmente y de forma universal, de la violencia necesaria del lenguaje vehiculada por las demandas.

Esta violencia del lenguaje, Lacan la denomina “trauma primordial”trauma de la alienación al Otro de la palabra, donde surge la intención de este Otro, que desconocemos del todo, su deseo, del cual nos vamos a interrogar con el «Che vuoi?» Qué quiere el Otro, ¿ qué quiere mi madre de mí?, en la estructura neurótica por medio del fantasma.

De esta relación del sujeto y este Otro y de la interpretación por parte del sujeto de sus respuestas a sus demandas, quedará una huella que dará como resultado una estructura determinada.

 Cada una de las tres estructuras clínicas son respuestas diferentes a la frustración de la Demanda primordial.

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Estadio del Espejo

Lacan describe el estadio del espejo como formador de la función del Yo. Cito textualmente a Lacan: «

«La cría de hombre, a una edad en que se encuentra por poco tiempo, pero todavía un tiempo, superado en inteligencia instrumental por el chimpancé, reconoce ya sin embargo su imagen en el espejo como tal».

Esta fase se establece entre los 6 y los 18 meses del niño. 

El estadio del Espejo permite el sujeto «verse a sí mismo», y «verse a través de la mirada del otro», permite percibir su cuerpo como dotado de unidad, y no compuesto por partes que hasta entonces se percibían como fragmentos sueltos.

Esta fase es muy importante para que el sujeto se constituya como un yo propio dotado de un cuerpo diferente al de la madre o cuidadora, le permite también determinar como es percibido por su madre, quien le ayudara a configurar su propia imagen con sus caricias, con sus halagos y con el discurso con el que se dirija al niño.

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Un tipo de Neurosis: la fobia

La fobia explicada desde el psicoanálisis. Freud y Lacan

Con un tipo de neurosis: la fobia presentamos una de las estructuras entendidas desde el psicoanálisis.

NEUROSIS FÓBICA

Desde el psicoanálisis, el objetivo de la fobia es desplazar la ansiedad provocada por un conflicto interno, hacia un estímulo ansiógeno en el exterior.

Cabe destacar que la sintomatología de la neurosis fóbica es aparentemente simple, ya que se trata siempre de un miedo intenso a un estímulo específico. A su vez, la persona que lo sufre sabe que tal miedo es absurdo e irracional.

Desde el psicoanálisis, el objetivo de la fobia es desplazar la ansiedad provocada por un conflicto interno, hacia un estímulo ansiógeno en el exterior.

Sin embargo, este miedo es intenso y quienes se topan con el objeto fóbico o la situación temida, experimentan una gran angustia, creando así “estrategias de evitación”, para impedir que esto ocurra.

Cabe destacar que estas “estrategias de evitación” pueden ser tan confeccionadas, que puede llegar a limitar marcadamente al individuo en su vida cotidiana.

De igual forma, para poder hablar de neurosis fóbica es necesario que además del miedo irracional hacia un objeto o estímulo, la persona presente este tipo de comportamientos defensivos y de evitación, lo cual permitirá distinguir la fobia de otros tipos de miedos.

Asimismo, además de las estrategias de evitación, muchos fóbicos generan también “medidas de afianzamiento”, el cual consiste en que el individuo se protege de su ansiedad, apoyándose en algún familiar o persona de confianza, así como tiende a no separarse de sus lugares habituales para  poder defenderse de su temor.

Freud dividió las fobias en dos, según la naturaleza del estímulo fóbico, las cuales son:

Fobias comunes:

estas se identifican por ser un miedo exagerado a los temores que se pudiesen considerar “universales”.

Fobias contingentes:

es el miedo intenso hacia objetos o situaciones específicos para cada persona.

Por otra parte, es importante señalar que en el individuo fóbico no posee un perfil de personalidad marcadamente peculiar, significativo y diferenciado para que se pueda hablar como tal de la existencia de una personalidad fóbica, de la misma forma con la que se habla de personalidad histérica y de la personalidad obsesiva.

Sin embargo, dos rasgos constituyen el fundamento del carácter fóbico:

El estado de alerta: 

el individuo fóbico constantemente está en un estado de alerta frente al mundo exterior, al cual necesita controlar constantemente. Tal estado de alerta es aún más agudo en comparación a su mundo interno. Continuamente se siente sometido por el miedo inconsciente, de que sus impulsos reprimidos surjan en la consciencia, lo cual desencadenaría en el mismo una ansiedad insoportable.

La actitud de huída:

es efecto de la proyección al exterior de la amenaza interna de los impulsos.

Con respecto a las nosografías psiquiátricas, Freud apunta que las fobias no poseían ninguna posición específica. De alguna manera, trató de explicar esta incertidumbre, pero la solución que proponía caía en una respuesta ambigua.

Por una parte, al ser posible encontrar síntomas fóbicos tanto en individuos neuróticos como en psicóticos, Freud señaló que las fobias no se podían considerar “un proceso patológico independiente”.

 Freud separó un particular tipo de neurosis que tenía como síntoma central la fobia.

A esta categoría de neurosis, Freud la definió como “Histeria de angustia”, para diferenciarla de la “Histeria de conversión” (al que a la segunda éste solía llamarla simplemente Histeria).

Esta observación de Freud, al contrario de responder tal interrogante, parece conllevar a una mayor confusión.

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El deseo en el análisis

Hoy vamos a hablar de el Deseo en el análisis, un concepto psicoanalítico del campo lacaniano.

El deseo es la búsqueda incansable de un objeto en la posición de un Otro absoluto perdido para siempre. Las personas que acuden a análisis, ocurre en ocasiones que se resisten al dominio de la cura.

En la estructura obsesiva hay una precaución por parte del sujeto

En la estructura histérica hay un sometimiento o un desafío hacia el analista.

El deseo, se considera en consulta como la condición deseante, cómo se desea o desde dónde se desea, no tanto cuál es el objeto de deseo.

El falo,  como el significante de la falta, pasa a significar la perdida en el deseo, generando un plus de gozar en la recuperación de un goce en sí mismo, perdido desde siempre y que necesariamente con lleva una pérdida de goce.

El final de análisis, hace relación con eso que a cada sujeto es en relación al objeto que causa su deseo: un nombre de goce.

El que el analizado se desengañe del Otro, y que ejercite un goce distinto de cualquier ideal suplicatorio, un goce singular, único e irrepetible.

El deseo del analista en obtener lo más singular de cada ser, que sean capaces de delimitar lo que le diferencia como tal y asumirlo, aquí estaríamos ante el concepto de «Pase» de Lacan: captar la singularidad:

«Yo soy esto que no está bien, que no es como los demás, que no apruebo, pero es esto»

La función del analista durante el proceso de construcción del análisis, es precisamente esta: la de mostrar a modo de espejo únicamente lo que le es mostrado de la mano del analizante.

Si quieres leer más sobre el deseo, y como nos relacionamos con él, puedes seguir leyendo otros artículos en el Blog.

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La dirección de la cura en psicoanálisis 1

La dirección de la cura en psicoanálisis 1 es la primera de una serie de publicaciones en el Blog.

1-  La forclusión.

Los psicoanalistas, en psicosis,  abordamos el tema de la forclusión como cuestión preliminar dentro de una dirección de la cura posible.

La «dirección de la cura» implica la puesta en marcha del dispositivo que permita crear una situación analítica y que cuyo fin,  sea el surgimiento del sujeto del inconsciente mediante el libre pensamiento y la asociación libre.


El sujeto del inconsciente es sujeto del lenguaje, es decir, es lo que representa a un significante para otro significante. Es el sujeto dividido como efecto de la represión.


Si este sujeto es correlativo del significante, en la psicosis la forclusión del significante Nombre-del-Padre pone en evidencia ese agujero simbólico, en la estructura como tal está «muerto», en que punto donde el no puede dar una respuesta, es decir, «lo grita por todos los poros».

No se trata aquí de la represión, sino que tendría que distinguirse de lo reprimido.

Lo que ocurre en la psicosis es que el sujeto» no quiere saber nada en el sentido de la represión «, en cuanto a su castración, es como si ningún «juicio de existencia», es lo que se refiere a la relación entre percepción y representación.

Esto consiste en atribuir al sujeto una representación que no le corresponde más, su objeto.

Por otra parte, en lo simbólico, la forclusión del significante Nombre-del-Padre, produce un agujero o una significación cero a la operación de la madre ausente, como sustitución metafórica.

La ausencia del significante «Nombre-del-Padre» produce una «carencia en la significación fálica «para el sujeto. 

En el delirio, el sujeto psicótico, se organiza con ayuda de la metáfora delirante, para restituir su propia realidad tomando como central ese simbólico rechazado en lo real.

Por medio de la sustitución significante que pone en juego el proceso metafórico, el sujeto logra las transformaciones que suple con esta nueva creación al significante rechazado, pero que ahora es recreado por el delirio.

La alucinación, y neologismos, constituyen esos «Caminos laterales» de los que habla Lacan en el Seminario 3, cuando no existe esa Gran ruta de ser padre, entonces, el sujeto psicótico se detiene al borde de la ruta, habla solo, etc.

De esa gran estructura, de ese conjunto de significantes, de esa totalidad, sólo quedan fragmentos del sujeto y estos se hacen oír por medio de las alucinaciones auditivas, que lo acosan sin cesar.

Estos productos psicóticos son los que en el fondo contienen en si mismos la significación del ser del sujeto que retorna desde lo real pero ajeno al mismo.

Por otra parte, en la psicosis, lo imaginario está disuelto y fragmentado y desde allí  se produce como compensación frente a la catástrofe de significantes, una vez desencadenada la psicosis.

Lo que ocurre en la psicosis, es que este imaginario sustituye al agujero simbólico pero no es sustituido por algún significante del orden simbólico.

El Gran Otro de la palabra no existe como tal, es necesario que el sujeto psicótico cree un Gran Otro absoluto, real, como un» Dios» para suplir esta carencia.

En este sentido, se dice que lo inconsciente en la psicosis es lo consciente, es la superficie y superficial, es decir que es lo que se presenta como un contenido manifiesto pero no latente como en el sueño, que es la superficie del agujero pero no es sostenido por lo simbólico.

Esto es lo que, en la topología lacaniana del «nudo borromeo», no anuda ningún anillo, así lo imaginario, lo simbólico y lo real guardan su autonomía.

La dirección de la cura en psicoanálisis 1, es la primera de cinco publicaciones que están disponibles en el Blog, y puedes consutarlas en cualquier momento aquí:

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