El triple sistema de respuesta

Home >> TIPOS DE TERAPIAS>> El triple sistema de respuesta
El triple sistema de respuesta post thumbnail
0 Comments

El triple sistema de respuesta es una teoría tridimensional elaborada por Lang (1968), que evalúa tres tipos de respuesta del sujeto: la respuesta cognitiva, la fisiológica y la conductual ante la ansiedad. 

Esta teoría está basada en las observaciones realizadas en el tratamiento con desensibilización sistemática a pacientes fóbicos.

Mientras observaba las respuestas de los pacientes, notó como estas contradecían el modelo unidimensional de la emoción, según el cual las medidas cognitivas, conductuales y fisiológicas deben estar correlacionadas; y si se produce algún cambio, las variables deben modificarse simultáneamente. 

Sin embargo, Lang observó una discordancia entre los tres sistemas; esto indicaría que la ansiedad –y otras emociones- se manifiestan en un triple sistema de respuesta.

La ansiedad, tiene componentes: cognitivos, fisiológicos y motores, que no necesariamente se correlacionan entre sí (Martínez-Monteagudo, et. al, 2012). 

De acuerdo con Lang, la reacción frente a la ansiedad se puede observar en tres niveles, cognitivo, fisiológico y motor.

Sin embargo, estas reacciones no necesariamente se presentan interconectadas y al mismo tiempo; su intensidad, percepción, duración y momento de la aparición puede variar según el paciente. 

Esto se genera por la influencia de estímulos tanto internos de la propia persona, como externos al paciente; el tipo de estímulo desencadenante, y en gran medida, las características propias del individuo (Sierra, Ortega y Zubeidat, 2003; Álvarez, et. al, 2013). 

Dentro del modelo del triple sistema de respuesta, la respuesta cognitiva se refiere a los pensamientos y sentimientos en presencia del estímulo que genera ansiedad.

Se manifiesta en forma de sentimientos de miedo, preocupación o temor.

También se pueden experimentar pensamientos relacionados con una amenaza magnificada, o incluir imágenes muy específicas, como anticipación catastrófica a un problema (Martínez-Monteagudo, et. al, 2012). 

Además, se puede presentar inseguridad, sensación de pérdida del control, pensamientos negativos sobre sí mismo, dificultad para tomar decisiones o concentrarse, y temor a que las demás personas se den cuenta (Álvarez, et. al, 2013).

La respuesta motora hace referencia los movimientos o acciones que ejecuta el paciente cuando se encuentra ansioso. Habitualmente se divide en (Martínez-Monteagudo, et. al, 2012):


  • Respuestas directas:

  • incluyen temblor, tics, tartamudeo, inquietud motora, etc. Además, pueden manifestarse como dificultades en la precisión motora y en el aprendizaje y ejecución de tareas complejas. Incluso pueden afectar procesos de memoria y discriminación perceptiva.

En el caso de María, no podemos mencionar que haya respuestas directas si consideramos esta definición, pero convine mencionar en este aspecto que llega a sentir  despersonalización y desrealización durante los episodios.


  • Respuestas indirectas:

  • Hacen referencia principalmente a las conductas de escape o evitación, las cuales no siempre están bajo un total control voluntario del paciente. Estas suelen presentarse como respuesta ante los otros dos componentes del triple sistema de respuesta. Es decir, las cogniciones y los cambios fisiológicos, que actúan como estímulos discriminativos para la ejecución de respuesta de evitación o escape.

Estas respuestas, además pueden incluir algunos comportamientos que, a largo o corto plazo, pueden ser perjudiciales para el individuo, como el consumo de alcohol, sustancias psicoactivas, ingesta de grandes cantidades de comida, entre otros (Álvarez, et. al, 2013).

Las respuestas fisiológicas:

se generan cuando hay un incremento en la actividad del Sistema Nervioso Autónomo y el Sistema Nervioso Somático, junto con las respuestas endocrinas del Sistema Nervioso Central. 

Tratamiento de la ansiedad desde el Triple sistema de Respuesta

Cuando esto ocurre, como parte del triple sistema de respuesta, el individuo puede percibir un aumento en la actividad cardiovascular, el tono musculoesquelético, la actividad electrodérmica y la frecuencia respiratoria (Martínez-Monteagudo, et. al, 2012).

De estos cambios, puede que el paciente solo perciba algunos, como palpitaciones por el aumento en la frecuencia cardiaca, fatiga por el incremento en la frecuencia respiratoria, sudoración, entre otras.

 Sin embargo, también hay cambios que no se pueden percibir fácilmente, como cambios gástricos o alteraciones en el sistema inmune. 

Además, a pesar de que estos cambios suelen presentarse en presencia de del estímulo desencadenante, a largo plazo pueden relacionarse con alteraciones psicosomáticas como el insomnio, alteraciones gastrointestinales, disfunción eréctil, contracturas musculares, etc. (Álvarez, et. al, 2013).

Esta publicación sobre El triple sistema de respuesta, y otras más de temática similar en torno a la ansiedad,  o relacionadas con el ámbito de la psicología están disponibles en nuestro Blog, puedes consultarlo en el siguiente enlace:

BLOG

También puedes ponerte en contacto para cualquier duda o aclaración que desees. Sin compromiso alguno.

CONTACTO

Puedes consultar otras publicaciones de diversos autores, y pertenecientes a instituciones académicas:

OTRAS PUBLICACIONES

Categories:

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies